El cerebro es el centro motor del cuerpo ya que dirige los pensamientos, el habla, los movimientos y la memoria, además de controlar la mayoría de los órganos del cuerpo. Este órgano forma parte del sistema nervioso junto a la médula espinal y los nervios, y cuando algo funciona de forma errónea se originan impedimentos para hablar, moverse, respirar, aprender y tragar, entre otros.
Dos de los problemas que derivan del cerebro son la apraxia y la disartria, los cuales afectan de forma negativa a la comunicación al no dejar que se realicen los movimientos de forma adecuada pero ambos trastornos son distintos entre sí aunque tengan un resultado similar.
En este artículo se muestran las diferencias entre la apraxia y la disartria.
Diferencia en el concepto
La apraxia se define como una enfermedad neurológica que se centra en el impedimento para realizar distintas acciones espontáneas, esto quiere decir que la persona pone toda su voluntad y sus capacidades físicas para recrear los movimientos pero no lo consigue.
La disartria se define como una condición médica que hace alusión a cómo un individuo no es capaz de articular vocablos, más que una alteración es una dificultad en el habla ya que no es capaz de decir las sílabas de forma correcta.
Diferencia en la causa
Por un lado, la apraxia surge en el momento que se sufre un daño en uno de los órganos más importantes que es el cerebro y si se produce en un individuo que anteriormente era apto para realizar distintas tareas se le llama apraxia adquirida. Las mayores causas que lo producen son un tumor cerebral, una enfermedad neurodegenerativa como el Parkinson, el Alzheimer o el Huntington, una demencia, una lesión cerebral o un derrame cerebral.
Por otro lado, la disartria es una afección que se puede producir por distintos problemas que son bastante graves como un tumor en el cerebro, una cirugía vinculada con los nervios, una enfermedad que altera el funcionamiento muscular o un trastorno que lo provoca la bebida alcohólica.
Diferencia en las partes afectadas
En las personas que padecen distrofia las partes que más se ven afectadas son los labios, el paladar y el movimiento de la lengua lo que también produce que el tragar se tenga alguna que otra dificultad.
Además, hay que tener en cuenta que algunos rasgos del habla como la emisión de la voz, la pronunciación, la prolongación del sonido y la respiración se dañan por la disartria, mientras que en la apraxia todo se mantiene casi normal ya que el músculo no se ve afectado.
Diferencia en el resultado
La apraxia es el resultado de un desgaste en la aptitud para producir la programación motora que se ocupa de todos los movimientos que se realizan para poder hablar como es el caso de mover la lengua de manera concreta dependiendo las palabras a emplear. En el caso de la disartria es el resultado de una trastorno neurológico en los componentes de la parte del sistema nervioso que controla los movimientos del habla, los cuales no se pueden desarrollar.