La personalidad es un concepto que se define como las particularidades hereditarias, corporales y sociales de una persona en concreto y es eso lo que le hace distinto respecto a los demás. Esta construcción psicológica es lo que realmente va a definir las actitudes y la estabilidad de esa persona, que afecta a la respuesta del mismo ante un hecho en concreto.
Hay multitud de individuos con distintas personalidades y en esta ocasión se van a mostrar dos, la asocial y la antisocial, las cuales se suelen mezclar con bastante asiduidad pero realmente son muy diferentes ya que la primera es la apatía por la interacción y la segunda es la patología con perjuicios.
Aquí se van a mostrar las diferencias que se ofrecen entre la personalidad asocial y antisocial, dos términos que todo individuo debería saber distinguir de forma clara al ser un tema a debate en la actualidad.
Diferencia en el concepto
Una persona asocial es aquella a la que no le gusta relacionarse con otras personas, por lo que opta por hacer actividades en solitario sin tener que comunicarse con otros con pensamientos distintos.
Una persona antisocial es aquella que piensa mal en cuanto a la sociedad y por eso está en su contra, también tiene en cuenta de manera negativa las normas de conducta y los valores morales que conducen al ser humano.
Diferencia en el trastorno psicológico o no
Cuando se hace mención a la palabra antisocial, hay que saber que es un trastorno psicológico que puede sufrir una persona determinada y eso conlleva a que exprese distintos comportamientos que van en contra de la comunidad. La asocial se distingue en que no es un trastorno psicológico, más bien una característica de la personalidad que es muy común porque cualquier individuo lo puede reflejar, sobre todo aquellos retraídos y vergonzosos.
Diferencia en el comportamiento
Por un lado, la conducta de un individuo asocial se determina por rechazar ir a distintos actos y alejarse de cualquier grupo social ya que su personalidad es insegura y con una valoración de si mismo baja.
Por otro lado, la conducta de un individuo antisocial refleja un trastorno al no aceptar cualquier elemento relacionado con la comunidad, por lo que repercute en una actitud negativa e impetuosa derivando en desobediencia.
Algunos de los actos son las faltas de respeto a cualquier persona o los comportamientos desafiantes como el drogarse.
Diferencia en las características
La personalidad asocial deriva en la elección de estar solo por no aceptar que tiene una falta de integración, en la búsqueda de modificaciones en aquellos elementos de la sociedad que no le agradan y en la falta de interés de todo aquello que le rodea.
Mientras, la personalidad antisocial deriva en no tener conocimiento de cómo saber acomodarse a las reglas, no tener arrepentimiento, ser ególatra, ser alguien que se cree imprescindible y estar aislado por voluntad propia, situación que afecta a las emociones y los sentimientos.