La música se define como la agrupación de sonidos y silencios que están estructurados de una forma coherente y que se basan en una serie de leyes como el ritmo, la melodía y la armonía, utilizando las emociones y las percepciones de elementos artísticos. La mayoría de la veces la música tiene una valor puramente espiritual y sentimental, por eso durante el transcurso de la historia ha ido evolucionando a una mayor complejidad.
Como todas y cada una de las manifestaciones artísticas, la música también es un producto cultural y, tiene como finalidad, representar el arte de evocar una experiencia al oyente y manifestar los pensamientos, las ideas, las eventualidades y los sentimientos positivos o negativos.