La música es la mezcla ordenada del ritmo, la armonía y la melodía que tiene como obligación ser grato para los oídos, además se caracteriza por ser inmaterial y un arte atemporal. Se define como una manifestación artística y cultural que comenzó en los pueblos y que hoy en día adquiere múltiples formas dependiendo el contexto; teniendo como máximos representantes a Mozart y Beethoven.
La orquesta entra dentro de este concepto y se basa en un grupo de músicos que interpretan piezas musicales con diferentes instrumentos, ya sean de cuerda (piano y viola), de madera (flauta y clarinete), de metal (tuba y trompeta) o de percusión (timbal y redoblante).
A continuación se muestran las escasas diferencias que hay la entre orquesta sinfónica y la orquesta filarmónica, dos términos muy parecidos entre sí.
Diferencia en el concepto
Orquesta sinfónica
La orquesta sinfónica hace referencia a una agrupación de músicos junto a sus respectivo instrumentos que tocan piezas musicales. Este tipo de orquesta debe estar estructurada de una forma específica: los instrumentos más agudos delante (cuerdas, maderas) y los más graves atrás (metales y percusiones).
El número de integrantes en una orquesta sinfónica debe ser mayor a 80 músicos ya que es una norma obligatoria, pero puede variar un poco dependiendo las necesidades concretas de cada acto.
Orquesta filarmónica
La orquesta filarmónica hace referencia a un grupo de personas que son amantes de la música y que ejecutan una pieza a través de los instrumentos. Esto conlleva a explicar que todas las orquesta filarmónicas son sinfónicas, pero no todas las orquestas sinfónicas son filarmónicas. Respecto a esta última, no son músicos profesionales ni tienen una gran experiencia en el campo de la música, simplemente dedican su tiempo libre a realizar este tipo de actividad.
Diferencia en el origen
La orquesta sinfónica comenzó a tener presencia en el siglo XVII y se ha prolongado hasta hoy en día, es cierto que ya no tiene la misma repercusión en la sociedad. Viena y Mannheim fueron las dos ciudades más destacadas en la producción musical y en la necesidad de forjar una nueva forma de escuchar música, en este caso la orquesta sinfónica.
La orquesta filarmónica comenzó a ser conocida mucho después gracias a la necesidad y la pasión de crear arte a nivel de orquesta.
Esto produjo que muchas personas quisieran formar parte de ese conjunto musical de gran tamaño a nivel artístico y organizacional y comenzaron a formarse en ello. Entonces surgieron en el continente europeo asociaciones de melómanos, por ejemplo, en Austria se fundó la Academia Philharmonicorum y en Londres la Sociedad Filarmónica un siglo después.
En definitiva, todas las orquestas que estaban ligadas a una asociación musical cuyos integrantes enfocaban su tiempo libre y su dinero en la realización de actividades ligadas con la música, se consideraban orquestas filarmónicas pero no sinfónicas. Hoy en día ambos conceptos se utilizan de forma indistinta, incluso entre las personas que tienen estudios en la industria musical.