El agua es una sustancia líquida cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O) que se caracteriza por no tener olor, color ni sabor, además de cubrir el 70% de la superficie del planeta Tierra en un estado puro. Más específicamente, el agua se halla en los mares, océanos, glaciares, casquetes polares, depósitos acuíferos y permafrost, lagos y ríos, entre otros.
Esta sustancia es fundamental para la vida de cualquier ser vivo, por eso una de sus funciones es la hidratación, teniendo en cuenta que, aunque todas hidratan, no tienen los mismos beneficios al no aportar los mismos nutrientes.
A continuación te mostramos las diferencias más destacadas entre el agua y el agua mineral.
Diferencia en su origen
El agua del grifo tiene origen en las aguas de los ríos y los embalses, lo que puede provocar que el consumo del mismo sea perjudicial para la salud, entonces pasa por un tratamiento muy exhaustivo para hacerla potable.
Este tipo de agua llega a los hogares mediante las tuberías, además contiene minerales y otros elementos pero en una cantidad controlada. El problema puede venir cuando las tuberías no tienen el mantenimiento que deberían, entonces el agua puede llegar a contaminarse.
En el caso del agua mineral, es un producto alimenticio natural con muchos minerales esenciales que tiene origen en el agua de la lluvia y la nieve. Entonces, es la que se extrae del subsuelo mineralizado, además, cuanto más profunda se encuentra, la pureza de la misma es mayor al ser estar más alejada de la contaminación micro-biológica y química de la superficie terrestre.
Diferencia en el tratamiento
Por un lado, el agua del grifo sí que tiene que pasar por ciertos tratamientos químicos, microbiológicos y bactericidas para que las personas puedan consumirla sin que haya consecuencias. Por otro lado, el agua mineral es natural, entonces para beberla no es necesaria tratarla.
Diferencia en el sabor
Respecto al sabor, el agua del grifo tiene un porcentaje elevado de sales de cal y magnesio, lo que genera que no tenga buen sabor. También es cierto que, dependiendo la región en la que uno se encuentre, el agua puede tener mejor o peor sabor, siendo la costa la que peor fama tiene.
Si nos centramos en el agua mineral, esta tiene sabores diferentes según la composición química que tenga cada una, aunque la mayoría saben muy bien. Entonces, hay aguas minerales más alcalinas, carbónicas, sódicas, ferruginosas o fluoradas.
Hay algunas marcas de agua mineral que pueden gustar más que otras, todo depende de las preferencias que tiene cada individuo.
Diferencia en el uso
El agua del grifo tiene las condiciones idóneas para que se use a la hora de cocinar, asearse o regar, ya que se puede desinfectar. En el caso del agua mineral, al ser una sustancia natural, no necesita ser hervida para consumirla, entonces sirve para la hidratación y como fuente de salud.