A todos los que hemos ido a la escuela se nos ha explicado en al menos algún momento cuál es la diferencia entre un elemento y un compuesto. Sin embargo, para muchas personas esa diferencia va quedando en el olvido con el paso del tiempo. Puede que parezca algo que es irrelevante, pero resulta fundamental para comprender muchos procesos naturales. Todo lo que nos rodea, junto con nosotros mismos, está formado por elementos y compuestos. Estos conceptos tienen especial importancia en la química, ya que sirven para explicar muchos fenómenos químicos.
El ser humano siempre ha tenido la inquietud por describir y comprender todo lo que le rodea. Antiguamente, grandes filósofos como Aristóteles propusieron que existen 4 elementos fundamentales; el agua, fuego, tierra y aire. Pero, con el paso del tiempo y gracias a los avances científicos, hoy podemos saber que en realidad existen muchos elementos. Algunos de ellos son el helio, oxígeno, oro, hidrógeno, fósforo, azufre y muchos otros. Todos ellos conformados por los átomos que les corresponden. Los elementos están bien agrupados en la tabla periódica, la cual, es el corazón de la química.
Dimitri Mendeleyév fue quien propuso el primer modelo de la tabla periódica. Esta tabla está concebida como una herramienta en la cual se agrupan todos los elementos en función de las tendencias físicas que comparten. Esto es posible porque los elementos poseen estructuras atómicas particulares de las cuales se pueden deducir las propiedades físicas de los mismos. Gracias a ello, muchos químicos teóricos han podido predecir la existencia de elementos que no están disponibles de forma natural.
Con el paso de los años, la tabla periódica ha sido modificada y mejorada. En la actualidad, están representados 117 elementos, de los cuales 94 pueden ser encontrados naturalmente y el resto bajo condiciones artificiales, debido a la inestabilidad de los átomos.
Principal diferencia entre un elemento y un compuesto
Los elementos son sustancias puras e indivisibles. Por otro lado, los compuestos sí pueden separarse entre las partes que los constituyen (elementos). Para darte un ejemplo más claro de la diferencia entre un elemento y un compuesto, hablemos del agua. El agua es un compuesto esencial para la vida que está conformado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Por separado, estos elementos no poseen las propiedades que sí tiene el agua, lo que es un dato súper interesante y del cual muchos químicos se han encargado de estudiar durante años.
Todos los compuestos están conformados por elementos. La principal diferencia está en que los compuestos se pueden dividir y los elementos no.
También deberías saber que los elementos a su vez están conformados por partículas subatómicas. Estas partículas son el protón y neutrón, que se encuentran en el núcleo del átomo, y una nube de electrones que orbitan alrededor de éste. Si vamos un poco más allá, descubriremos que estas partículas también están constituidas por quarks, neutrinos y bosones. Pero, para fines prácticos, los elementos son sustancias puras.
Los compuestos a base del carbono
En la química clásica existe una división muy notoria que gira en torno al átomo de carbono. Por esa razón, tenemos a los científicos que se encargan de estudiar los compuestos orgánicos (química orgánica) y a los que no (química inorgánica). Naturalmente existen otras ramas de la química, pero estas dos son de las más importantes. Como ya te imaginarás, la química orgánica agrupa a todos los compuestos hechos a base de carbono.
El carbono es un elemento capaz de crear hasta cuatro enlaces covalentes con otros elementos. Esto crea un mundo de posibilidades para formar moléculas con propiedades bastante particulares. Así, puedes encontrar desde los compuestos aromáticos como el benceno, hasta proteínas, el ácido desoxirribonucleico, lípidos y carbohidratos. Moléculas sin las cuales un ser vivo no puede funcionar.