El vocablo latino insectum proviene del actual término insecto, el cual se define como todos los animales invertebrados del filo de los artrópodos que poseen 2 antenas, 3 pares de patas y 2 pares de alas (pueden reducir se o faltar). Las avispas, los abejorros, las abejas y demás insectos son especiales por ser los únicos que han sido capaz de amoldarse a cualquier ecosistema, incluso en aquellos sitios con temperaturas muy bajas, lo que conlleva a describirlos como resistentes.
Algunas de las especies se conocen por ser muy sociales, además de vivir junto a colonias que se organizan de la mejor forma posible y que genéticamente son muy parecidas, lo que provoca que los humanos y otros animales les vean como superorganismos.