Muchas personas no conocen la diferencia entre la traducción y la interpretación y por eso asumen con total normalidad a estas dos profesiones como iguales pero realmente no lo son. Si que es cierto que se definen como dos disciplinas que tienen una misma finalidad que es el progreso de las barreras lingüísticas, además de tener varias funciones muy parecidas.
Estos dos conceptos se definen como:
- Traducción: una actividad en la que un documento que está escrito se transcribe en otro idioma, hecho que da una ampliación a nivel global.
- Interpretación: una actividad de forma oral que realiza el traductor donde debe traducir una información de una lengua a otra.
Este artículo se centra en las diferencias que se encuentran entre la traducción y la interpretación.
Diferencia en la oralidad
La diferencia más llamativa a primera vista entre la traducción y la interpretación es la oralidad, el primero lo realiza de forma escrita y prevalece la exactitud y la estructura mientras que el segundo lo hace de forma oral destacando la naturalidad.
Diferencia en el límite de tiempo
Por un lado, la persona encargada de la traducción tiene un plazo de tiempo para poder entregar lo que debe realizar y por eso emplea un soporte técnico como diccionarios o material de referencia que hace más sencilla su labor. Por otro lado, la interpretación es inmediata porque se hace a tiempo real y eso produce más inconvenientes ya que no tiene margen para hacer ninguna consulta, sólo puede oír o escuchar y traducir prácticamente a la vez.
Diferencia en los idiomas
El traductor sólo tiene que traducir en su lengua materna, por lo que tiene que tener un buen manejo del idioma en el que está escrito el texto pero más aún en la lengua que va a traducir, que sería la de llegada. El intérprete debe tener mucho conocimiento y soltura en lo que respecta a los dos idiomas, tanto el original como el de llegada, al no tener tiempo de empezar con dudas.
Diferencia en el lenguaje
El lenguaje de la disciplina de la traducción es mucho más complejo porque puede hallarse en el texto figuras retóricas, juegos de vocablos o citas culturales. Mientras que en la interpretación, el lenguaje es mucho más dinámico, además se añade el lenguaje no verbal como el tono de voz, las expresiones, las posturas, etc.
Diferencia en la situación de trabajo
La última diferencia más llamativa es la situación de trabajo ya que el traductor lo realiza en una especie diferido mientras que el intérprete lo hace en vivo.
El traductor no ve que cual es la reacción que toma la persona que va a recibir el texto traducido, un hecho que tiene dos vertientes, la primera que no puede conocer la opinión de las personas que lo reciben y la segunda que tiende a tener menos agobio y ansiedad. Sin embargo, con el intérprete ocurre lo contrario al no ver en primicia la reacción del receptor, por ejemplo, si le gusta o entiende la interpretación.