La religión hace mención a la creencia y a los saberes doctrinales sobre un ente divino, además que incluye una conexión entre el ser humano y el Dios o los dioses. Dependiendo las creencias que tenga cada individuo tendrá una conducta determinada según la moral e incidirá en algunas costumbres concretas como las procesiones y la oración, teniendo mucha implicación la propaganda y la publicidad.
En el planeta Tierra hay cientos de millones de personas y también de religiones (budismo, catolicismo, judaísmo), hay individuos que sienten que hay una fuerza suprema y hay otros que creen que no hay nada en correlación a los espectros y las deidades.
Aquellos individuos que no son creyentes se suelen manifestar como ateos o agnósticos, dos términos que muchos suelen confundir, por eso se van a manifestar las diferencias entre ambos.
Diferencia en el acuñado por
En 1869 Thomas Henry Huxley un biólogo británico acuñó el término agnóstico pero anteriormente algún sabio ya había impulsado distintas miradas sobre el mismo como filósofos indios y griegos. En cuanto a la palabra ateo se citó por primera vez en la parte de la Biblia cristiana, el Nuevo testamento, concretamente en el décimo libro llamado Epístola a los efesios.
Diferencia en el significado
Por un lado, las personas ateas rechazan que exista algún tipo de Dios y refutan cualquier convencimiento teísta ya que se define como la falta de algún credo en alguna divinidad. Por otro lado, las personas agnósticas expresan que no creen en Dios pero a diferencia de los ateos éstos no tienen la total seguridad de que no exista algún tipo de Dios con lo que no lo niegan rotundamente.
Diferencia en la utilización del concepto
La palabra agnóstico solo se emplea para hablar de aquellas personas que piensan en que lo divino no es alcanzable a la comprensión de los individuos. En el caso de la palabra ateo se emplea en dos vertientes, la primera para hablar de las personas que rechazan la presencia de un Dios y la segunda para algunas religiones, por ejemplo el budismo el cual se encasilla como atea ya que no concibe la existencia de un Dios “personal”.
Diferencia en la auto-identificación
A veces puede ocurrir que se entre en un tipo de enfrentamiento al hablar de la auto-identificación en la no creencia. En el caso de los agnósticos hay quien les define como frágiles al no ser tan concisos mientras que a los ateos se les pone la etiqueta de estrictos dentro de la doctrina de creencias al ser tan drásticos ya que hay muchos individuos creyentes.
Diferencia en la vida después de la muerte
Los agnósticos desconocen si existe o no vida después de la muerte, nunca se han planteado este concepto y se limitan a vivir la vida sin pensar en lo que sucederá después. En cuanto a los ateos aseguran que no existe vida después de la muerte, consideran que la vida acaba en el mismo momento del fallecimiento sin que exista un más allá o un “después”.