Gracias a la Constitución de 1969, la nueva Congregación para las Causas de los Santos tuvo su propia estructura, pero en 1983 la Constitución apostólica Divinus Perfectionis Magister del Sumo Pontífice Juan Pablo II dio lugar a una reforma total en el método de las causas de canonización. También tuvo lugar la reestructuración de la Congregación con el objetivo final de cuidar la preparación de los siervos de Dios, quienes ofrecen voluntaria y libremente su vida por los demás protegiendo hasta la muerte.
El responsable de todo esto son los departamentos u organismos especializados de la Curia Romana, quienes se detienen a escuchar testimonios sobre algún milagro, martirio y virtud heroica y proponen algunas personas como modelos de santidad, dando paso a las beatificaciones y las canonizaciones.
Si quieres saber cuáles son las diferencias entre canonización y beatificación, no te detengas aquí.
Diferencia en el concepto
La canonización es un proceso en el que la Iglesia católica, tanto en su rito oriental como en el occidental, hace que una persona que ya ha fallecido se convierta en santo. Este nombramiento lleva al hecho de incluirlo en el listado de los santos, además le pueden rendir un culto de forma pública mediante una fiesta litúrgica, además de otorgarle una serie de iglesias y capillas.
En muchas ocasiones es habitual confundirlo con la beatificación, la cual hace referencia a un proceso que se realiza antes y que trata de la declaración del Papa de la ejemplaridad cristiana de la vida de un individuo ya difunto gracias a las virtudes mostradas en vida. El organismo de la Santa Sede cumple la función de analizar detenidamente los milagros, martirios y virtudes heroicas para que el Papa autorice la beatificación.
Diferencia en el número de milagros
Por un lado, en la beatificación al menos se necesita un milagro, el cual debe estar ligado al candidato en cuestión, a excepción de que haya fallecido por martirio. Por otro lado, en la canonización es necesario que haya 2 milagros, teniendo en cuenta que el primero es el de la beatificación y el segundo uno que haya sucedido después. Este último tiene que ver como una confirmación de que el señor todopoderoso acepta la declaración realizada por la Iglesia.
Diferencia en el lugar de veneración
En el caso de la beatificación, se trata de un proceso administrativo en el que el Papa permite que la persona que está apunto de convertirse en santo sea venerada de forma pública en sitios que representan algo en su vida.
La canonización de Juan Pablo II, quien tiene su festividad el 22 de octubre en la ciudad del Vaticano y en el obispado de Polonia.
Mientras, la canonización es mucho más formal, ya que el lugar de veneración al santo se realiza por toda la Iglesia. Pero, a su vez, también se puede realizar sin un permiso especial, lo que conlleva a que el santo lo sea a nivel mundial y se le pueda venerar en cualquier parte sin tener que estar relacionada con su vida.