A pesar de ser células sexuales, el óvulo y los espermatozoides poseen diferencias sustanciales que, al combinarse crean la armonía perfecta para dar paso a un nuevo ser vivo. Sin embargo, la diferencia entre óvulo y espermatozoide radica, principalmente, en su morfología y la función que desempeñan en el proceso de fecundación. Para conocer más a fondo las diferencias entre ambos tipos de células, es conveniente primero describir cada una de ellas.
Los óvulos son las células sexuales femeninas. Cada mes, cumpliendo con el ciclo menstrual de 28 días de la mujer, un óvulo nuevo madura y baja del ovario hacia una de las trompas de Falopio. Estando allí, espera a ser fecundado por un gameto masculino. La menstruación ocurre cuando el óvulo no es fecundado y en consecuencia, es desechado.
Los espermatozoides, al igual que los óvulos, son células sexuales. Los espermatozoides pueden entrar en la categoría de células flageladas, de manera que les es posible desplazarse en el medio acuoso. En un mililitro de semen pueden encontrarse al menos unos 50 millones de espermatozoides. Una cifra impresionante, sobre todo cuando se sabe que un hombre promedio puede producir 64 litros de semen a lo largo de su vida.
Para referirse a ambos tipos de células es común que se les llame gametos. Por regla general, los gametos son células que poseen la mitad de la carga cromosómica (23n), de manera que puedan recombinarse para crear un nuevo material genético. Esta estrategia es la que hace que existan diferentes personas y no simples copias de un mismo organismo primitivo. Todo esto sin tomar en cuenta las posibles mutaciones en el material genético que ocurrirían eventualmente.
¿Cuál es la diferencia entre óvulo y espermatozoide?
La principal diferencia entre óvulo y espermatozoide es morfológica. A simple vista se nota que el óvulo es más grande que el espermatozoide. El óvulo es totalmente redondeado, mientras que el espermatozoide presenta un extremo ovalado (cabeza) y el resto es alargado (flagelo). Además, el espermatozoide puede moverse mucho más rápido que el óvulo. Esto es necesario para que el espermatozoide pueda competir con el resto de células que quieren entrar en el óvulo.
La principal diferencia entre óvulo y espermatozoide es morfológica.
Además de las diferencias morfológicas, también existen otros detalles muy importantes con respecto a este tipo de células. Los espermatozoides maduran en el escroto, el cual está fuera del cuerpo. Esto se debe a que necesitan de una temperatura diferente a la corporal. Por el contrario, los óvulos maduran en el interior de la mujer, en el ovario. Por otro lado, el material genético que contiene el espermatozoide es el responsable de la determinación sexual del embrión, debido al cromosoma Y.
Las estrategias evolutivas pueden explicar la diferencia entre óvulo y espermatozoide
A pesar de que la principal diferencia entre óvulo y espermatozoide es la forma de ambas células, también se puede tomar como diferencia las estrategias evolutivas de los hombres y mujeres. De hecho, esta diferencia es la que podría explicar por qué los espermatozoides y óvulos son tan diferentes en su morfología.
Mientras que la mujer es fértil durante un corto intervalo de tiempo, el hombre está constantemente produciendo esperma, por eso no necesita esperar para poder fecundar. Esto implica que aumentan las probabilidades de que fertilice un óvulo. Por el contrario, la mujer invierte más energía y tiempo para crear una única célula cargada de vitelo. Así puede asegurar el desarrollo temprano del embrión.
Ambas estrategias evolutivas son totalmente opuestas, pero al mismo tiempo se complementan a la perfección.