¿Qué es el deseo? Este concepto proviene del latín desidium, y hace referencia al impulso, aspiración, esperanza o afán que una persona siente y proyecta para conseguir una finalidad en concreta y satisfacer sus necesidades. Cumplir con los deseos de manera correcta tiene que ver con el empleo de la empatía para evitar la agresión y, a su vez, las respuestas violentas en individuos que, correctamente alentadas, cederían sin problemas.
Los deseos están vinculados con los valores de cada persona que, a su vez, tienen que ver con la personalidad ya que, desde un punto de vista psicológico, se conocen como los motores del aparato psíquico y los que activan la mente y el comportamiento.
El sueño y la visión son dos formas de imaginar los deseos que una persona puede tener. ¿Quieres saber sus diferencias?
Diferencias generales
- El sueño no necesita ser 100% realista y la visión sí.
- La visión está ligada con un plan que se quiere realizar en un futuro, mientras que el sueño es más bien un pensamiento que se tiene y que conforma un deseo que se espera más adelante.
- La persona soñadora es mucho más pasiva que la visionaria.
Diferencia en el concepto
Por un lado, la visión hace referencia a la idea y la predicción que permite a la persona realizar ciertas acciones en un futuro mediante las que puede conseguir los objetivos deseados. Se trata de una idea que se quiere hacer realidad, no es solamente tener una idea sobre algo y que se quede ahí, en la nada.
Por otro lado, el sueño hace referencia a las imágenes, ideas o pensamientos que forman un individuo en su mente según la personalidad que tiene o las vivencias que ha ido experimentando a lo largo de su vida.
Diferencia en el tipo de persona
La diferencia entre un individuo soñador y otro con visión, es que el primero no va más allá de la visualización de lo que más desea, simplemente se queda con la imaginación de dicho suceso. Mientras que el segundo individuo opta por luchar para conseguir las metas que tiene marcadas en la vida, imaginando las distintas formas de conseguirlo.
Entonces, a diferencia del soñador, la mayoría de las veces intenta o se preocupa por ejecutar acciones que le permitan cumplir sus sueños, por eso es más activo que el soñador.
Diferencia en el futuro
Cualquier sueño está exento de compromiso y no tiene ningún coste, aunque tampoco brinda beneficio alguno para ayudar a conseguir algo fundamental para el individuo en cuestión.
Cuando se sueña se fantasea sobre la forma en la que podrían suceder las cosas si se diesen ciertas situaciones, lo que conlleva a que sea totalmente placentero.
La visión es más bien traer el futuro del individuo al presente y variar su día a día, lo que conlleva a tener un horizonte o dirección. Para ello es imprescindible creer, ya sean en los valores, las costumbres, las capacidades o las habilidades de si mismo. En definitiva, estamos cambiando el dicho “ver para creer” por “creer para ver”.