La palabra filosofía fue acuñada por Pitágoras en la Antigua Grecia y tiene origen en dos voces griegas, por un lado, philia que significa amor, y por otro lado, sophia que significa sabiduría, que etimológicamente se conoce como “amor por la sabiduría”. Entonces, la filosofía se define como una doctrina que emplea una agrupación de razonamientos lógicos y metódicos sobre ciertos términos abstractos como la verdad, la ética y la existencia.
Dos de las filosofías o ideologías más conocidas y con más seguidores hoy en día en Oriente son el taoísmo y el confucianismo, que comparten algunas características religiosas pero que también se contradicen.
¿Quieres saber cuáles son las diferencias entre el taoísmo y el confucianismo? No dudes en seguir leyendo este artículo.
Diferencia en la historia
El origen del taoísmo se desarrolló a partir de los escritos de Lao Tsé, quien vivió durante el siglo VI a.C. y es en ese siglo que se fecha la redacción del Dàodéjing. Se trata de un texto clásico chino en el cual se fundamenta la filosofía taoísta con una fuerte influencia sobre otras escuelas como el legalismo y el neoconfucianismo, centrándose en el camino y la virtud.
Respecto al confucianismo, este fue creado por K’ung Fu Tzu o, también conocido como Confucio, un reconocido pensador chino que fue muy reconocido como filósofo. El confucianismo empezó como lecciones a los discípulos mientras que viajaba de un lado a otro por ciertas ciudades de China.
Diferencia en la ideología
El taoísmo tiene como principal idea abrazar al Tao, es decir, principio supremo e impersonal de orden y de unidad del universo, según el taoísmo. A su vez se centra en el vínculo del individuo con uno mismo para lograr alcanzar la armonía interior necesaria y quererse y amarse.
En el caso del confucianismo, cabe señalar que es más terrenal y social, ya que se centra en los valores humanos, véase la armonía familiar, la piedad filial, la bondad y las normas rituales que señalan cómo debe actuar una persona para estar en armonía con la ley del Cielo.
Por lo tanto, se puede decir que el taoísmo se centra en la superación de uno mismo para alcanzar las metas y el confucianismo se trata de alcanzar la automejora desde un punto de vista más exterior.
Diferencia en la metodología
Otro de los aspectos diferenciadores entre el taoísmo y el confucianismo es la metodología a través de la que manifiestan las lecciones.
Por un lado, el taoísmo enseña a los seguidores de dicha filosofía cuáles son sus enseñanzas mediante el principal manuscrito “Tao Te Ching”. Se conoce como “El libro del sendero”, donde se enseña no sólo a gobernar de manera sabia la vida, sino también a ordenar y controlar un país, una empresa o una familia.
Por otro lado, el confucianismo lo transmite el profesor a sus alumnos en forma de diálogos y también mediante un conjunto de preguntas y respuestas. Lo que se centra es en exponer las enseñanzas de Confucio, por ejemplo, bondad, benevolencia, respeto a los mayores y respeto al orden social.