A finales del siglo XX comenzaron una serie de procesos que fueron invariables como la crisis económica, los conflictos de guerra, la opresión de los movimientos demográficos y más concretamente la inestabilidad y el terror por la pobreza y la desocupación. Unos hechos que han fomentado las discusiones sociales, políticas y económicas y que han provocado el resurgimiento de la xenofobia y el racismo.
Muchos pensadores han manifestado que cómo se ha vuelto a encender la llama cuando realmente se creía que estaba apagada, además de que estamos viviendo en un mundo que parecía haber progresado. Las actitudes xenófobas y racistas son hechos que han dejado en evidencia que la historia, la religión y la sociedad son la raíz del problema.
La xenofobia y el racismo son dos conceptos negativos para la sociedad en la que vivimos, los cuáles se piensan que son sinónimos pero realmente eso no es correcto. A continuación, se van a mostrar algunas de las diferencias que se dan entre estos dos conceptos.
Diferencia en el origen
En cuanto a la xenofobia, ésta empezó a exponerse de forma belicosa en el siglo XX en sitios donde convivían distintos grupos étnicos y divulgaron la separación cultural y admitieron a los inmigrantes a través de la asimilación sociocultural. Mientras que el racismo comenzó a presentarse en la época colonial, concretamente en el siglo XVI en el final del Renacimiento, momento en el que la sociedad de la nueva España estaba fraccionada en distintos grupos dependiendo el color de la piel o la etnia.
Diferencia en el concepto
La xenofobia es un concepto que se detalla como antipatía, repulsión, rencor u odio hacia aquellas personas que son extranjeras, mejor dicho como miedo a aquellas cosas que no forman parte de la cultura de dicho país. El racismo es un concepto que se define como el raciocinio o la idea de que una raza es superior a otra, siendo ésta una de las maneras en la que se expresa la xenofobia, pero queda claro que no tienen un mismo significado.
Diferencia en el pensamiento
Una persona racista cree firmemente que las personas de una determinada raza son mejores que las de otra en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el personal y el social. Una persona xenófoba no tiene el pensamiento de repudiar a la persona por su raza si no por su origen, es decir, su cultura y país de nacimiento, ya que tiene la idea de que sus ocasiones de éxito pueden disminuir.
Diferencia en la actitud
La discriminación xenófoba representa una postura de miedo a la vez que discriminatoria hacia aquella persona extranjera por el hecho de que ve a esa persona como una amenaza al llegar a su país. Mientras que el racismo es un comportamiento exclusivo ya que para ellos el color de la piel es un valor fundamental para clasificar a las personas y valorarlas como inferiores y despreciarlas de manera social y moral.