Diferencias entre abdicar y renunciar

Una familia real es la familia extendida de un monarca, siendo quien ostenta el título de rey o reina, y está formada por sus hermanas, sus hijos, sus sobrinas, sus nietos y así sucesivamente, englobando todo el linaje de la agrupación conocida como realeza. Una de las familias reales más conocidas es la británica al tener figuras con mucho carisma y contar con historias que han causado mucho revuelo en la sociedad, por ejemplo, la muerte de Diana, también conocida como Lady Di.

Sin lugar a dudas, el Palacio de Buckingham es el icono más destacado y cada año pasan miles de personas de todo el mundo para conocer su impresionante interior con los tesoros mejores escondidos de la Colección Real.

Hablando sobre el tema de la realeza, a continuación vamos a proceder a explicar las diferencias entre abdicar y renunciar.

Abdicar y renunciar son términos que están vinculados a la monarquía

Diferencia en el concepto

Por un lado, la abdicación hace referencia al momento en el que el monarca o el titular de la corona opta por dejar su cargo honorífico y de autoridad. En este caso, el cargo pasa al siguiente miembro de la línea sucesoria de la familia real que, normalmente, es uno de los hijos o hijas. Es un hecho que no se puede anular y debe ser totalmente voluntario, salvo en alguna ocasión que puede que no sea así.

En el caso de la renuncia, esta hace referencia al acto en el que, un individuo que no ha sido nombrado rey o reina pero que sí forma parte de la familia real, decide renunciar y dejar atrás sus funciones como futuro monarca. Entonces, el cargo de heredero pasa al siguiente.

Renunciar ligado a otro concepto

En este caso la abdicación no se liga a otro concepto, pero la palabra renuncia sí, ya que este último también se puede usar con los Papas de la Iglesia Católica. Esto tiene que ver con que dicha institución religiosa se considera como una monarquía eclesiástica, es decir, gradación de subordinación de personas o dignidades. Uno de los casos más recientes es el Papa Benedicto XVI, quién decidió abdicar el 28 de febrero de 2013, cogiendo su relevo el actual Papa Francisco.

Diferencia en base a ejemplos

En 1808, Carlos IV de España, llamado «el Cazador», se vio obligado a abdicar y relegar el puesto a su hijo Fernando VII, un acto que ocurrió en unas revueltas que anticiparon la Guerra de la Independencia Española.

Eduardo VIII, después duque de Windsor, decidió abdicar el 11 de diciembre de 1936 al apostar por el amor.

Ofreció un sincero discurso en la BBC diciendo lo siguiente: “Hace unas horas he cumplido con mi último deber como Rey y Emperador. Ahora que mi hermano me ha sucedido, mis primeras palabras son para reconocerlo como mi soberano…”.

Uno de los ejemplos más conocidos de una renuncia es el de Juan de Borbón y Battenberg en 1977, quien decidió renunciar a ocupar el trono y cedérselo a su hijo Juan Carlos I.

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