¿Qué es el trastorno mental? Se trata de una alteración emocional, cognitiva o de comportamiento en el que se ven perjudicados algunos procesos psicológicos como la motivación, la percepción, el aprendizaje y el lenguaje, además deben ser tratados por un psicólogo o psiquiatra. Todo esto repercute de alguna forma en la capacidad de relacionarse y en la adaptación en el entorno social y cultural de la persona que lo padece.
Según la Organización Mundial de la Salud una de cada cuatro personas sufren alguna enfermedad mental y puede suceder por predisposición genética o hereditario, factores ambientales, problemas familiares, enfermedades cerebrales, etc.
Dos de los trastorno mentales son la esquizofrenia y el trastorno de identidad disociativo. ¿Quieres saber cuáles son sus diferencias más destacadas? No dudes en seguir leyendo.
Diferencia en el concepto
Por un lado, la esquizofrenia es una enfermedad grave que perjudica a ciertas funciones cerebrales como el pensamiento, las emociones, las percepciones y el comportamiento al tener alucinaciones o delirios. Esto último se define como un síntoma propio de las psicosis en el que se puede ver, escuchar y creer cosas que realmente no existen para las otras personas o que los demás perciben como irracionales.
Por otro lado, el trastorno de identidad disociativo se trata de la existencia de varias personalidades en una misma persona, teniendo en cuenta que se va alternando y no es recordada por la anterior.
Diferencia en el motivo
Se han realizado diversas investigaciones acerca de la esquizofrenia y las más recientes afirman que la herencia genética y la química cerebral pueden influir en el desarrollo de este trastorno. Respecto al TID, normalmente les suele ocurrir a personas que han pasado por una situación muy violenta, traumática o dolorosa y que no tienen la capacidad de combatir con ello.
La memoria es la clave o no
La esquizofrenia no se limita a las emociones ni a la memoria, realmente va más allá de todo eso al tener síntomas como delirios, alucinaciones y comportamientos.
En el caso del trastorno de identidad disociativa, la clave si que es la memoria ya que se trata de una alteración en la experimentación de los recuerdos. La persona que padece esta enfermedad en ocasiones no es capaz de recordar algunos sucesos e incluso puede tener una memoria compartimentada. Esto quiere decir que en su propio cuerpo experimenta la sensación de que sus múltiples personalidades pueden acceder a recuerdos que nadie más puede hacerlo.
La división en los procesos psicológicos es diferente
La esquizofrenia y el trastorno de identidad disociativo manifiestan la idea de que hay una fracción entre procesos psicológicos.
Por un lado, en la enfermedad de la esquizofrenia los procesos psicológicos están fragmentados entre sí y eso provoca que la parte más emocional no se corresponda totalmente con los procesos de captación de lo que hay alrededor, además tampoco funcionan bien los 5 sentidos. Por otro lado, en el TID las variaciones suceden cuando algunos recuerdos están bloqueados y otros están disponibles para volver a ser recordados.