¿Qué son las perlas? Se definen como unas concreciones nacaradas que se originan mediante una partícula que se produce dentro del tejido blando, más específicamente en el manto de un molusco con cáscara vivo u otro animal. En el planeta existen miles de perlas y se caracterizan por tener forma redondeada, ser muy brillantes y duras y estar muy valoradas en cualquier joyería.
En el momento que surgieron las perlas, estas se consideraban piedras preciosas muy costosas y solo podían conseguirlas aquellas personas que formaban parte de la nobleza o eran acomodadas, pero con el tiempo, ese valor se ha ido disminuyendo.
Hay perlas naturales y perlas cultivadas, ambas con 2 diferencias muy destacadas entre sí.
Diferencia en el origen
La pesca disparatada y desmedida comenzó a producirse en los mares del planeta con una calidad perlífera muy alta, por ejemplo, los atolones de Tuamotú, el Golfo Pérsico, el Golfo de California y el Shark Bay en Australia. Desgraciadamente el efecto fue muy perjudicial en la viabilidad de las poblaciones naturales de ostras perleras ya que muchas de ellas estuvieron en peligro de extinción.
Respecto a las perlas cultivadas, estas comenzaron a producirse en China alrededor del siglo X d.C., siendo pequeñas imágenes del Buda envueltas por nácar de mejillón perlífero de los ríos que había en ese país. De todos modos, actualmente se consideran un tipo de perla ampolla o media perla.
Diferencia en la elaboración
Perlas naturales
Las perlas naturales se forman en el momento que las ostras generan un saco perlero, estructura que surge cuando un agente externo, ya sea un parásito, un gusano u otro ser vivo irritante, hace mella en un órgano muy conocido de los moluscos: el manto.
Este manto recubre al cuerpo extraño para formar el saco perlero, que empieza a generar distintas capas de nácar para resguardarse del ataque. Al cabo de 4 años o incluso alguno más, lo que se consigue es una perla natural con un tamaño entre 4 y 8 mm.
Perlas cultivadas
Las perlas cultivadas se producen gracias a una combinación entre el ser humano y el molusco.
La mayor diferencia con las perlas naturales es que las primeras tienen un centro hecho de concha de nácar y las segundas, como ya se ha comentado anteriormente, tienen un centro compuesto de materia orgánica de un parásito o un gusano, entre otros.
En casi todo los casos las ostras se cultivan desde que son diminutas como ocurre en México, mientras que otras se consiguen a través del medio natural como en Australia. En los dos casos es muy importante inducirlas de forma artificial para que las ostras sean capaces de producir perlas.
Cabe mencionar que el proceso implica una operación llamada implante, el cual surgió en el siglo XIX gracias a una investigación científica del biólogo William Saville Kent. Los logros que consiguió este australiano los utilizaron los chinos y los llevaron a la práctica de forma comercial.
