¿Cómo se puede definir el comportamiento? Se trata de la forma en la que actúa una persona en la vida diaria o en cualquier otro acto social, esto quiere decir que es la forma que tiene de reaccionar ante los diferentes estímulos que recibe en relación al ambiente en el que se rodea. Conocer el comportamiento de una persona conlleva el saber de forma inequívoca cuál es su manera de ser, ya que la actitud remite en las acciones diarias.
En el caso de un mal comportamiento, se entiende como negativo según los distintos tipo de moral o religión que lo juzguen y por los distintos motivos, ya sean objetivos o subjetivos, por ejemplo, el comportamiento antisocial o el comportamiento influencial.
A continuación te informamos de las diferencias de comportamientos influenciales como la manipulación y la seducción. ¿Te animas a seguir leyendo?
Diferencia en el concepto
Por un lado, la manipulación hace referencia a aquellas situaciones o acciones que son aprovechadas por una persona con el objetivo de influir en los pensamientos o las decisiones de las otras. En muchas ocasiones se presenta de forma natural, por eso es habitual detectarlo en la vida diaria y que la persona que manipula sepa muy bien cómo tapar realmente sus intenciones.
Por otro lado, la seducción está vinculada con la persuasión, ya que el objetivo es modificar el pensamiento o la decisión de una persona pero, en este caso, ofreciendo una oferta muy tentadora. Generalmente, este tipo de comportamiento está cubierto de promesas que en realidad jamás se van a cumplir porque son totalmente falsas.
Diferencia en base a ejemplos
Cabe señalar que ambos conceptos están estrechamente relacionados con el comportamiento influencial, pero son diferentes entre sí. Para comprender mejor estos términos de la conducta humana, lo ideal es mostrar dos ejemplos claros y sencillos.
Un ejemplo de manipulación es cuando un niño pequeño llora continuamente para que su padre le compre una tableta de chocolate negro o blanco. En el caso de que él decida no comprarla, el niño llora mucho más, e incluso, hace algún que otro berrinche. Esto se considera manipulación, ya que el pequeño saber que el padre quiere que pare de llorar y que las probabilidades de que haga lo que él quiere son muy altas.
Ahora vayamos con un ejemplo de seducción en el que una persona no cree en la suerte pero igualmente opta por comprar un décimo de “Lotería de Navidad” porque el anuncio que han mostrado en la televisión es muy tentador.
La manipulación y la seducción son técnicas que se emplean para influenciar a otra persona, ya sea de forma consciente o inconsciente.
En definitiva, puedes observar cómo la manipulación y la seducción tienen pequeñas diferencias. Eso sí, el primero está peor visto dentro de la sociedad porque las consecuencias son peores, sobre todo cuando se intenta manipular a aquellas personas que tienen un papel muy importante dentro de la sociedad.