El sabor dulce es uno de los cuatro sabores fundamentales junto con el amargo, el salado y el ácido, y como pasa con los demás, el dulce se capta mediante las papilas gustativas (un conjunto de receptores sensoriales), que están situadas en la lengua. En el momento en el que este sabor se detecta e interacciona con algunas de dichas papilas, lo que surge es la liberación de transmisores nerviosos que llegan al cerebro.
Las sustancias que son capaces de generar ese sabor pueden ser sintéticas o naturales, y te informamos de las más destacadas: el azúcar que tiene como componente la sacarosa, la fructosa (frutas, miel) y el sorbitol (frutas, vegetales y algas rojas).